Me queda una semana escasa para irme de vacaciones. Afortunadamente, este año llego a ellas casi sin heridas de guerra; el año pasado fue tan duro que no lo quiero ni recordar, pero como todo en esta vida, esa experiencia puede convertirse ( y así fue) en un aprendizaje.
Este año no. Este año es diferente.
Este año recojo el fruto de lo sembrado. Recojo más paciencia para mi vida y más positividad. Sí, es increíble pero la positividad se entrena, trust me !
Recojo paz para mi vida, y más slow life, dónde disfrutar de muchas otras cosas que antes me pasaban desapercibidas.
Todo esto que recojo es el resultado de un trabajo personal diario para ser más feliz. Parece que todos esos cambios de hábitos que inicié, dan su resultado si eres perseverante y no tiras las toalla.
-Morirme de la risa hasta que me duela la barriga.
-Ver pasar la vida y simplemente observar. No juzgar.
-Guardar en mi memoria sensaciones y momentos mágicos. Grabarlos tan fuerte que siempre que quiera, pueda recurrir a ellos.
-Abrir mi mente a cosas nuevas, a experiencias que no he vivido.
-Disfrutar de los que me acompañaran durante estas semanas.
-Afianzar mis rutinas y mis espacios para estar conmigo misma.
-Leer hasta que se cansen los ojos.
De casualidad, hoy leyendo una revista he aprendido una expresión en inglés que desconocía y que me parece preciosa: "stop and smell the roses"y el significado viene siendo algo así como disfruta el momento, el aquí y ahora y vive el presente. Así que también me propongo, pararme y oler todas las rosas que me encuentre en mi camino.
A los que ya estéis de vuelta, que ésta no sea tan dura y para los que, como yo, estáis por marchar, que disfrutéis de este merecido descanso y nos vemos a la vuelta.
Patricia.
Mr. Bienestar
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