Estando tan solo a una semana de las Navidades, muchos andan como locos comprando cosas,
encargando comida y cocinando mientras que yo, solo hago que pensar en sobrevivir a ellas.
Reconozco que después de hacer el cambio de alimentación, las Navidades se han convertido en una serie de reuniones amigo-familiares en las que, obviamente disfruto, pero vivo en cierto estado de tensión debido al tema de la comida.
El estrés de comprobar que nada lleve gluten y el intento de evitar comerme todo lo que cae en mi plato, me tienen bastante ocupada durante esos días.
A mi, que me sienta bien comer poco y muchas veces a lo largo del día ¿podeis imaginaros como puede acabar mi sistema digestivo, después de comer, quizás 3 platos y un postre??
No hace falta decir que, generalmente en los tres platos, no hay ni rastro de algo verde cargadito de clorofila, you know, right???
No sé si en vuestras casas pasa lo mismo pero os aseguro que en mi casa las comidas de Navidad son lo más parecido a una bacanal romana:
Entrantes, primero, segundo y postres (fruta, dulces, café y licores). Casi casi una boda. Y asi durante tres días seguidos.
Al principio, intentaba comer todo lo que ponian. Luego, poco a poco, he ido aprendiendo a esquivar los platos por salud.
A ver, ¿es que hay alguna ley que te obligue a comertelo todo??
A veces cuesta decir que no a lo que te ofrecen pero ¿hay algo mas penoso que comer cuando no se tiene hambre? ¿Y lo mal que te sienta comer sin hambre?
Poniéndome más seria (cual futura dietista-promora de salud) os voy a mostrar a continuación unos trucos muy sencillos que pueden aligerar tus Navidades y tu estómago estos días:
-Que todas tus comidas tenga una buena ración de verde: No puede faltar una ensalada en la mesa. Se pueden prepara ensaladas super ricas y digestivas sin ser aburridas. Os dejo esta muestra de ensalada que preparé para nuestra comida de Thanksgiving. La clorofila y las enzimas de las hojas verdes os ayudan a desintoxicar el cuerpo.
-Evita al máximo tomar líquidos mientras comes y en especial, todo lo que lleve alcohol. Si tomamos muchos líquidos mientras comemos lo que puede pasar es que nuestros jugos gástricos, que juegan un papel importante en la digestión de los alimentos, se diluyan entre tanto liquido. En relación al alcohol hay que tener en cuenta que con estas comidas copiosas, el hígado va a tener mucho trabajo que hacer y si encima le damos alcohol, lo estamos sobrecargado más de la cuenta.
-Aporta fibra a organismo cada día: si abusamos de la carne y de los dulces, es posible que padezcamos episodios de estreñimiento o vayamos con más dificultad al baño. Come fruta y verdura todos los días para asegurar un correcta cantidad de fibra. Si todo y comer fruta y verdura, la evacuación no es la correcta, deja unas semillas de chia a remojo la noche anterior con agua o con leche, y tomatelo al dia siguiente. Las semillas de chía te proporcionaran un plus de fibra.
-Conoce tus limites y sé asertivo: No hay que comer por comer ni porque el resto lo siga haciendo. Crees que puedes preguntarte antes de servirte o que te sirvan ¿tengo más hambre? ¿estoy comiendo por inercia? ¿tengo el estomago lleno?
Y si pruebas a hacer como yo y comes solo hasta el 80 % de tu capacidad. Seguro que haciendo esto te encontraras mucho mejor.
La asertividad tiene que ver con poder decir lo que piensas o sientes sin resultar ofensivo. Las comidas navideñas pueden ser un buen lugar de entrenamiento de esta habilidad comunicativa: cuando no quieras comer más (por el motivo que sea) o comer algo que no te apetezca, dilo segura/o de ti mismo/a, buscando siempre la manerano herir al otro.
-Mantente activo: Puede que durante las vacaciones de Navidad tu actividad se vea reducida. Eso no es una excusa para no moverte y recuerda que el ejercicio físico acelera el metabolismo y te ayuda a liberar toxinas. Sal a pasear, sobretodo, después de estas grandes comilona. Puede que en estos dias de descanso por las mañanas también puedas dedicar algo de tiempo a mantenerte activo. Tú cuerpo y tú mente agradeceran que lo hagas.
-Utiliza algunos alimentos como aliados: el jengibre es un buen aliado para mejorar las digestiones, promueve la producción de enzimas tan necesarias para digerir los alimentos. Puedes preparte infusiones de jenjibre y limón durante el dia o incluso tomar capsulas de jengibre.
Los germinados también están cargados de enzimas y los puedes añadir a tus magnificas ensaladas.
Plantas como la alcachofera y el cardo mariano, pueden ser de gran ayuda para el hígado y las puedes tomar también en infusión después de las comidas.
El limón tambien puede potenciar la acción de los jugos gastricos y ayuda a estimular la vesicula biliar que es la encargada de producir bilis. Puedes preparte un poco de agua con jugo de limón y tomarla durante estos dias.
Para acabar deciros que lo más importante es que estéis lo más relajados posibles y que disfruteis con aquello que hayais decidido hacer estos días, porque estar tranquilo y feliz, también ayuda a que los alimentos nos sienten mejor.
Os deseo felices fiestas!
P.D
Si a pesar de estos consejos, las Navidades han acabado siendo un festín de comidas insanas y os sentís sin energía, agotados y poco saludables, no temais, os tengo preparado un sencillo programa de salud digestiva y emocional para promover cambios de hábitos y mejorar nuestra salud de manera integral!!!
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